Mario Vilches: “Me encanta disfrutar de la naturaleza, estoy encadenado a la montaña”

El Director del Kometa Cycling Team sub23, Rafa Díaz-Justo alberga muy pocas dudas a la hora de referirse al fichaje de Mario Vilches. “Está entre los cuatro o cinco mejores escaladores de la categoría”, asevera. El andaluz es otro de los jóvenes talentos que se ha forjado durante sus primeros años en el campo de la bicicleta de montaña. En 2017, de hecho, conquistó el campeonato de España de Bikemaratón y el Open de España de esta esta disciplina en categoría sub23.

Vilches es natural de Quesada, un hermoso pueblo asentado en las cercanías de la Sierra de Cazorla, muy cerca del nacimiento del río Guadalquivir. Un lugar paisajísticamente espectacular del que sus sobresalientes bondades para la práctica del ciclismo en todas sus variedades son unas grandes desconocidas. Al lado de casa, ascensiones de ignorada notoriedad. Tíscar, La Cumbre, La Losa, El Yelmo,… Puerto dignos de Vuelta, de Giro, de Tour.

En una sin asfaltar, El Chorro, comenzó el idilio de Mario con el ciclismo. O se ahondó. “Mi afición a la bicicleta comenzó sobre los 15 años. Yo jugaba entonces al fútbol, pero veía a mi hermano José Ángel salir con los vecinos a rodar con las bicis de montaña y me daba envidia no poder ir. Un fin de semana quedamos todos los amigos del fútbol y nos fuimos a subir El Chorro, que es una ascensión de quince kilómetros. Echamos toda la mañana, sin prisas y con los bocatas a cuesta. A partir de ahí me enamoré de este deporte y comencé a salir un poco más regularmente. Quería coger forma para salir con mi hermano y sus amigos”, recuerda.

Con el tiempo Mario no sólo salía con su hermano, sino que también competía. Siempre ruedas gordas. La bici de carretera llegó mucho después. “No fue hasta los 18 años que me compré mi primera bici de carretera. No era gran cosa, me gasté 200 euros o así. Me gustó mucho. Salía con gente de la zona, íbamos a puertos… Y la verdad es que una de las cosas que más me motivó para seguir fue ver a Alberto Contador en el Angliru en el año de su retirada”.

Para el ciclismo, todos los entornos de Quesada son un paraíso y muy cerca se encuentran otros muchos. Vilches lo avala: “La verdad es que la Sierra de Cazorla, Segura y Las Villas es una pasada. Aquí hay un montón de puertos, tenemos carreteras sinuosas, estrechitas, sin tráfico, sin un metro llano… El día que se haga aquí una etapa la gente se va a sorprender. Y mucho. Es impresionante”.

La verdad es que la sierra de Cazrola segura y las villas es una pasada, un montón de puerto, carreteras sinuosas, sin un metro de descanso, el día que hagan aquí una etapa la gente se va a quedar con ganas de más, es impresionante.

La de 2019 ha sido la primera temporada de Mario en la categoría sub23, una campaña para la que fichó por el Team Extremadura de Zafra. Enrolado en la estructura pacense de Alfonso Rodríguez, el jienense acabó tercero en la general final de la Vuelta a la Provincia de A Coruña o quinto en la renacida Vuelta a Palencia. En una carrera tan fundamental para la evolución de muchas vidas deportivas como el Memorial Balenciaga de Eibar, Vilches firmó una destacadísimas séptima posición. Dentro de los últimos mil metros, a los que llegó en el grupo de favoritos, no tuvo ninguna duda en lanzar un ataque con el que quería sorprender ante su sprint menos potente frente a otros contendientes.

“Mi primer sueño deportivo sería llegar a ser ciclista profesional. Eso yo creo que es algo que soñamos todos los que estamos en el pelotón, ser profesional de lo que más te gusta. Pero si lo consigo, ojalá, el siguiente sería correr una vuelta grande”, aporta Vilches. Para el ciclista andaluz la montaña es más que un terreno donde atacar. Es un estilo de vida. “Me gusta salir a la montaña, coger la bici de montaña o salir a hacer senderismo. Me encanta disfrutar de la naturaleza. La verdad es que estoy encadenado a la montaña”, concluye el nuevo corredor del Kometa Cycling Team sub23.

📸 Alvaro García